SEP
DGETA
SEMS
CENTRO
DE BACHILLERATO TECNOLÓGICO
Agropecuario
N° 113. Parangarico, Yuriria, Gto.
Sistema
Abierto de Educación Tecnológica Agropecuaria.
“MIGUEL
HIDALGO Y COSTILLA”
Ciencia, Tecnología,
Sociedad y Valores III.
PROFESOR: Lic. José Jesús León León
Tema: Periodos sexenales del México contemporáneo (1919-1940) y de hoy
(1940-2010).
Elaborado
por:
FLORES
GONZALEZ YARIL AKETZALI
Parangarico,
Yuriria, Guanajuato.
13 al
20 Octubre 2012
INTRODUCCION
La historia de nuestro México es muy
importante por que como presidente a hecho algo diferente por nuestro país de
lo cual muchas veces los mismos presidentes de lo cual aquí en este pequeño y
resumido ensayo les mostraremos lo fueron y lo que hicieron y como lucharon
para llegar donde estaban.
Venustiano Carranza
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Predecesor
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Sucesor
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Predecesor
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Sucesor
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Predecesor
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Sucesor
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Datos
personales
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Nacimiento
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Fallecimiento
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Demócrata Mexicano y Liberal
Constitucionalista
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Virginia Salinas Balmaceda
Ernestina Hernández
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Hijos
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Leopoldo, Virginia, Julia,
Jesús, Venustiano, Emilio y Rafael.
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Ocupación
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Juventud
Nació en la villa de Cuatro
Ciénegas, hijo del coronel Jesús Carranza Neira y María de Jesús
Garza en el entonces territorio de Nuevo León
y Coahuila,
el 14 de enero
de 1860,
y bautizado 8 días después en la parroquia de San Buenaventura, según lo consta
su partida de bautismo:
"En la villa de Cuatro Ciénegas, ayuda de parroquia del curato de
San Buenaventura a los 22 días del mes de enero de 1860, yo el cura propio J.
Ponciano de Jáuregui, bauticé solemnemente y puse los oleos y crisma a un niño
de 8 días de nacido a quien puse por nombre José Venustiano, hijo legítimo de don Jesús Carranza y de María de
Jesús Garza, padrinos don Santos Avilés y doña Guadalupe Valdés a quienes
advertí su obligación y parentesco espiritual y para constancia lo firmó J.
Ponciano de Jáuregui".
Fue el undécimo hijo del coronel liberal Jesús Carranza Neira y de María de Jesús
Garza, miembros de una familia criolla de clase media acomodada. Comenzó su
instrucción primaria en su pueblo natal, luego estudió en el Ateneo Fuente de Saltillo
e ingresó en 1874
a la Escuela Nacional Preparatoria de la ciudad de México, para estudiar medicina. Sin
embargo, debido a una enfermedad de la vista que contrajo, el joven Carranza
abandonó las aulas para dedicarse a actividades agrícolas en los ranchos Las
Ánimas y El Fuste, pertenecientes a su familia.
Política durante el Porfiriato
Inició su carrera política cuando fue electo presidente municipal de Cuatro
Ciénegas, en la época del gobernador José María Garza Galán,
pero debido a que sus relaciones con él eran pésimas, renunció. Por tal motivo,
cuando Garza Galán intentó reelegirse, Carranza se rebeló participando
políticamente en su contra. No tomó las armas pero convenció a Porfirio Díaz
de que el movimiento no era antiporfirista. Bernardo
Reyes fue designado mediador, y apoyó a Venustiano Carranza para que
se reintegrara a la política. Fue así como volvió a la presidencia municipal de Cuatro
Ciénegas de 1894
a 1898.
Además, fue diputado local al Congreso de Coahuila y diputado y senador
al Congreso de la Unión. En 1908, ocupó la gubernatura
de Coahuila
de manera interina. Se creyó que sería el próximo gobernador, pero su
participación en el movimiento reyista le trajo oposición de Porfirio Díaz
y de los Científicos. A pesar
de ello, presentó su candidatura independiente al gobierno de su estado, siendo
derrotado por Jesús de Valle.
Matrimonio y familia
En 1882 Carranza contrajo matrimonio con la señorita Virginia Salinas
Balmaceda, de cuya unión nacerían 3 hijos: Leopoldo Carranza Salinas quien
falleció a los 4 años de edad; Virginia Carranza Salinas, quien contrajo
matrimonio con el general Cándido
Aguilar y Julia Carranza Salinas.
Al poco tiempo después del fallecimiento de su esposa, Carranza volvió a
contraer matrimonio, esta vez con la señorita Ernestina Hernández, con quien
procreó 4 hijos: Jesús Carranza Hernández, quien fue piloto aviador del Escuadrón 201,
Venustiano Carranza Hernández, Emilio Carranza Hernández y Rafael Carranza
Hernández.
Maderismo
En un principio no se comprometió con Francisco I. Madero, pues continuó con la
esperanza de que algún día el general Bernardo
Reyes, quien lo había apoyado en su lucha contra Garza Galán,
regresara al país a suceder a Porfirio Díaz.
Al ver que esto no sucedía, y cercanas las elecciones presidenciales, decidió
adherirse al maderismo, exiliandose en San Antonio, Texas, y comprometiéndose
a acudir al llamado de las armas. Aunque no llegó a penetrar el estado como
rebelde, fue designado por Francisco I. Madero como gobernador de Coahuila.
Luego lo nombró secretario de Guerra y Marina en su gabinete provisional de Ciudad Juárez,
a pesar de ser un civil. Fue ratificado en su cargo de gobernador de Coahuila,
para el que poco después fue electo. Como gobernador de su estado, organizó
fuerzas auxiliares que impidieron el paso de los rebeldes orozquistas a Coahuila
en 1912.
Primer Jefe de la Revolución
Al enterarse de lo acontecido en la Decena
Trágica, como la muerte del general Bernardo
Reyes, la muerte de Madero y el
ascenso de Victoriano Huerta a la presidencia, organizó el
movimiento constitucionalista, cuyos alcances quizás aún no concebía. Para
ganar tiempo e información envió a Eliseo
Arredondo a observar y negociar con el supuesto gobierno nacional un
arreglo. Poco después lanzó el Plan de
Guadalupe, el 26 de marzo de 1913, donde desconocía a Victoriano
Huerta, y a los poderes legislativo y judicial de la Federación,
así como los gobiernos de los estados que reconocían a Victoriano
Huerta. Además, convocaba al pueblo a luchar contra ellos, y que él
que había sido nombrado por los adherentes al plan como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, al ocupar la
capital de la república sería presidente interino, convocaría a elecciones al
consolidarse la paz.
A principios de 1914
inició su enfrentamiento con Francisco
Villa, ya que este, sin avisar a Venustiano Carranza, había
destituido como gobernador al general Manuel Chao.
Aunque Villa se encontraba respaldado por 10,000 soldados y Venustiano
Carranza, en teoría, con los 400 soldados de su escolta pertenecientes al 4o.
Batallón de Sonora, Villa restauró a Chao en la gubernatura y declaró su
lealtad y respeto a Carranza. Pero, los conflictos se acentuaron cuando Villa, desconociendo
las órdenes dictadas por Carranza, ocupó la ciudad de Zacatecas.
A esto, Carranza envió a Álvaro Obregón para destituir de su cargo a
Villa, pero este estuvo a punto de mandarlo fusilar, aunque finalmente lo dejó
vivir.
La Convención de Aguascalientes
A esta reunión se le conoció con el nombre de Convención de Aguascalientes, que fuera
convocada el 1 de octubre de 1914 por Venustiano
Carranza. Si bien en un principio los zapatistas no fueron llamados a la
Convención, luego de una misiva se incorporaron a las sesiones, y fue así como
se complicaron las aspiraciones políticas de Carranza, ya que villistas y
zapatistas expusieron sus ideales en la Convención y lograron convencer a
carrancistas y obregonistas que pronto se incorporaron a la nueva legislatura y
pugnaron por el retiro de Carranza como Primer Jefe.
En su punto doce, el Plan de Ayala zapatista tenía prevista una
junta de los principales jefes revolucionarios de los distintos estados
(similar a la de la Convención), para que así éstos pudieran nombrar a un
presidente interino, al que se daría el encargo de convocar a elecciones de un
nuevo Congreso de la Unión, que a su vez
convocaría a elecciones para integrar los demás poderes de la Unión.
Si bien esta parece ser la propuesta más democrática, Carranza parecía
no estar de acuerdo con esto. Su llamado para la conformación de la Convención
en la Ciudad de México no llevaba otra finalidad más
que la de concentrar y organizar bajo su mando todas las fuerzas
revolucionarias que a lo largo y ancho del país se habían levantado en armas,
para así constituirse en el hombre predestinado a ocupar la Presidencia de la
República y no, como sucedió, en una especie de legislatura que buscó darle un
nuevo rumbo a la República en vías de democratizar a la nación.
El Congreso Constituyente de 1917
Venustiano
Carranza (Centro) en La Cañada, Querétaro,
el 22 de enero de 1916.
Cuando las fuerzas convencionistas fueron derrotadas, Carranza creyó
conveniente consolidar en reformas constitucionales su movimiento político,
cuestión que ya había comentado al referirse sobre la necesidad de rehacer la
Constitución de 1857
desde un discurso que dio en Hermosillo el 24 de
septiembre de 1913. La debilidad del zapatismo permitió que se tomara la ciudad de México, y fue éste triunfo, el que le
trajo el reconocimiento oficial del gobierno estadounidense, en octubre de 1915.
El 14 de septiembre de 1916, Carranza anunció la
necesidad de convocar a un congreso constituyente para reformar la Constitución
de 1857.
Cuando Carranza propuso su proyecto de Constitución,
que, originalmente pretendió ser una reforma a la Constitución liberal de 1857,
los diputados más progresistas repudiaron el texto, mientras que los del Bloque
liberal renovador estuvieron de acuerdo con él. Para la mayoría parlamentaria,
no expresaba los ideales por los que ellos (ni el pueblo) habían luchado: la
visión carrancista era insuficiente en temas de suma importancia para los
diputados revolucionarios, obreros, campesinos y militares que se habían
solidarizado en cierta forma con villistas y zapatistas durante la Convención.
Al conocer el proyecto carrancista sobre la libertad de trabajo, por una parte,
y la propiedad territorial, por la otra, que había sido tomada de la de 1857,
señalaron que las demandas obreras y campesinos no estaban siendo atendidas
A raíz de esto, exigieron al Primer Jefe, se respetaran e incorporaran
las disposiciones que luego serían conocidas como derechos o garantías
sociales. Los constituyentes ortodoxos, juristas y maestros en derecho, creían
inadecuada la incorporación de los derechos de los trabajadores en la ley
suprema porque contraviene la técnica constitucional.
Independientemente el proyecto que había presentado Venustiano Carranza
fue modificado sustancialmente, y no obstante no estaba de acuerdo con los
cambios hechos a la misma, éste tuvo que adaptarse a ideales de sus antiguos
enemigos irreconciliables (Francisco
Villa y Emiliano Zapata) que habían influenciado
inclusive a sus más cercanos allegados, promulgando la Constitución el 5 de febrero
de 1917.
Desde entonces, sería conocida como la Constitución de 1917, misma que
introdujo algunos conceptos sociales muy avanzados para su época,
como las relaciones obrero-patronales, que quedaron plasmadas en el artículo
123 y las reformas educativa y agraria que quedaron plasmadas en los artículos
3 y 27, respectivamente.
Presidencia
El 9 de abril de 1917, convocó a elecciones para diputados y senadores a
la XXVII Legislatura del Congreso de la Unión y para presidente de la
República. Postulado por el Partido Liberal Constitucionalista, ganó las
elecciones y el 1 de mayo de 1917 tomó posesión como presidente constitucional.
Durante su gobierno Carranza se dio a la tarea de pacificar el país,
reorganizar la administración y los poderes, y hacer valer la constitución que
había sido promulgada.
Revolución de Agua Prieta
Cuando ambos bandos obtuvieron el apoyo de la mayor parte del ejército,
Carranza decidió trasladar la sede del gobierno nacional al puerto de Veracruz,
donde ya había permanecido durante la guerra con Villa,Estaba saliendo con todo
su gabinete y sus familias, su mobiliario, pertrechos de guerra, y el tesoro de
la nación, consistente en todas las monedas, billetes
y barras de oro
y plata
que había en la tesorería.
El 30 de mayo
de 1920
deja la estación de Aljibes, Puebla, internándose con muchos de sus seguidores además de
los cadetes del Colegio Militar hacia la Sierra Norte del Estado de Puebla.
Eulalio Gutiérrez Ortiz
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Predecesor
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Sucesor
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Datos personales
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Nacimiento
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Fallecimiento
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Padres
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Ciriaca
Ortiz y Jesús Gutiérrez
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Petra
Treviño de Gutiérrez
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Hijos
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Ocupación
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Primeros años
En su niñez fue pastor y estudió en su tierra natal, en la escuela que
actualmente lleva el nombre de "Ignacio Zaragoza", posteriormente fue
comerciante y minero en Concepción del Oro, Zacatecas;
esta última actividad le permitió dominar el manejo de los explosivos.
Precursor de la Revolución mexicana
Incursiona en los escenarios armados en el año 1900 al tomar las armas
para evitar el arribo al poder de un presidente municipal impuesto contra la
voluntad popular, mediante una elección fraudulenta. De acuerdo a su Hoja de
Servicios emitida por la Secretaría de Guerra y Marina (actualmente Secretaría de la Defensa Nacional),
la rebelión se efectuó del 15 al 25 de septiembre del año 1900. Esta acción le
costó la libertad.
En febrero de 1911, tras la ocupación de Saltillo,
integra una Junta Revolucionaria que gobernaría el municipio y de la cual
formaban parte Rafael Cepeda, Francisco
Coss, Abraham Cepeda y su hermano Luis Gutiérrez Ortiz.
Con fuerzas militares a su mando directo, se incorpora de nuevo a la
lucha armada hasta el 1 de junio de 1911, fecha en que se suma a las tropas de Rafael Cepeda.
Al triunfo de la Revolución, por sus acciones en el movimento armado, es
ascendido el 15 de junio de 1911 al grado de Mayor.
Presidente
municipal de Concepción del Oro, Zacatecas
El 15 de noviembre de 1911 promueve la creacíón del Cuerpo de
Voluntarios de Mazapil, Zacatecas, del cual es designado Jefe.
Pascual Orozco se rebela contra el Presidente
Madero en el año de 1912; Eulalio Gutiérrez se incorpora de inmediato a la
lucha contra el orozquismo encabezando acciones militares en Mazapil, Zacatecas
el 12 de febrero de 1912; el 12 de marzo, combate en la Estación del Gato, Zacatecas;
el 20 de marzo, combate en Rancho Viejo y Simón, Zacatecas;
el 4 de abril, combate en Apizolaya, Zacatecas;
y del 8 al 12 de mayo, sostiene combates en Avilés, Chocolate y Picardía, en el
Estado de Zacatecas.
Es así como este Ayuntamiento pasa a la historia por ser el primero en
el país en desconocer al régimen ilegítimo de Victoriano
Huerta.
Revolución constitucionalista
Eulalio Gutiérrez Ortiz
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Años de servicio
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Lealtad
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Participó en
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Nacimiento
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Fallecimiento
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El 20 de febrero de 1913, con el grado de Teniente Coronel, inicia las
hostilidades militares contra el gobierno usurpador; el 15 de marzo combate en
Agua Dulce, Zacatecas
mientras que el 24 y 25 de marzo, sostiene combates en Concepción del Oro, Zacatecas.
En esta nueva fase de la lucha armada estaba en sitios potosinos
luchando sin tregua, mientras que en Coahuila
y Zacatecas,
con la experiencia en el manejo de la dinamita, descarrilaba trenes enemigos
para sumar los convoyes al Ejército Constitucionalista, por lo que era ya un
militar reconocido (ostentaba el grado de General de Brigada) y con ese
prestigio sumaba importantes triunfos al carrancismo.
El General Juan G. Barragán, en su obra Historia del Ejército y de la Revolución
Constitucionalista, establece que:
Por las acciones y los triunfos obtenidos en favor de la Revolución
Constitucionalista, el Primer Jefe, Don Venustiano Carranza, le otorga el ascenso a
General Brigadier el 1 de septiembre de 1913.
El 19 de noviembre de 1913, encabeza una batalla en General Cepeda, Coahuila;
del 24 al 27 de noviembre, combate en Carneros y Gómez Farías Coahuila,
y La Venta y El Salvador, Zacatecas, donde resultó herido. Del 21 al 23 de diciembre,
sostiene combates en la Estación Berrendo, Laguna Seca, Charcas y Venado, San Luis
Potosí; del 24 al 29 de diciembre, en la Estación de Espíritu Santo,
Tolosa y Salinas del Peñón Blanco, San Luis
Potosí y el 31 de diciembre en El Colorado y Moctezuma, San Luis
Potosí.
El 21 de enero de 1914 Eulalio Gutiérrez asciende al grado de General de
Brigada. Con este rango el 22 de enero combate en San Eustaquio y Arenal, Zacatecas;
el 24 de enero combate en Jazminal, y Avalos, Zacatecas;
el 12 de febrero, combate en La Sauceda, Coahuila;
del 9 al 11 de mayo sostiene combates en Vanegas, Real de Catorce, Laguna Seca,
Charcas y Moctezuma, San Luis Potosí; y el 22 de mayo, combate en
Moctezuma, San Luis Potosí.
Gobernador y comandante militar de San Luis Potosí
El 21 de julio de 1914 es designado gobernador y comandante militar del
Estado de San Luis Potosí. Como gobernador del Estado
impulsó las obras urbanas como la importante avenida "Venustiano
Carranza", que aún existe, creó las plazas de comercio en ranchos y
haciendas, dictó medidas sobre el pago de deudas, cambios de residencia y
derechos laborales y contempló obras de beneficio social y el mejoramiento de
la calidad de vida de los trabajadores mediante la creación del Departamento
del Trabajo.
El 6 de agosto de 1914, el primer jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, designa al General Eulalio
Gutiérrez como Jefe de la División del Centro.
En una carta que envía al prmer jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, el 12 de septiembre de
1914, a través de su secretario particular, Manuel Rivas, el Gobernador Eulalio
Gutiérrez le informa acerca de las actividades que el Gobierno del Estado a su
cargo realizaba en beneficio de la población:
El señor licenciado Manuel Rivas, portador de la presente y quien pasa a
esa capital, le pondrá a usted en conocimiento el estado actual del Gobierno de
mi cargo, tanto en los puntos foráneos como en la capital, en donde hemos
procurado emprender algunas mejoras materiales y teniendo en proyecto algunas
otras de grande utilidad; entre éstas se encuentra la construcción de una nueva
y grande presa, y la adquisición de la antigua, indemnizando a los dueños su
valor, con objeto de evitar el monopolio de las aguas y que la ciudad esté bien
surtida de este líquido.
El señor licenciado Rivas le informará a usted que para el próximo 16 expedirá
este Gobierno un decreto, a fin de que el jornal mínimo que perciban los
trabajadores en todo el Estado sea de setenta y cinco centavos diarios.
Las cosechas en general están bastante adelantadas y auguran una buena cosecha,
por lo que creo el Estado tendrá lo necesario. Todos los representantes de las
compañías han estado conmigo cambiando ideas y puedo afirmar que tienen la
mejor voluntad para movilizar todos los trabajos, siempre que el Gobierno
preste todas las garantías, las cuales, como es natural, he ofrecido
proporcionar.
También el licenciado Rivas informará a usted sobre la conducta del cónsul
americano en ésta, quien ha dirigido al Gobierno notas bastante inconvenientes
y que no me ha parecido oportuno contestar. Al mismo tiempo le dirá algo de la
conducta del cónsul de Alemania, quien según sé va también para esa.
Naturalmente, como hemos estado trabajando en un medio en donde hay bastante
predisposición, hemos tropezado con algunas dificultades, que se han ido venciendo
poco a poco y que creo se solucionarán más o menos bien para mejorar las
condiciones políticas, sociales y económicas del Estado. En todo he procurado
ceñirme a la justicia y he hecho cuanto ha estado de mi parte para dejar bien
cimentados los nobles ideales y los planes de la Revolución.
El 15 de septiembre de 1914, decretó la Ley sobre Sueldos de Peones,
mediante la cual se establecen por primera vez: la jornada de 9 horas, el
establecimiento de un salario mínimo, la prohibición de las tiendas de raya y
el trabajo dominical. Decretó igualmente que las deudas contraídas por los
trabajadores del campo prescribirían en el término de un año y que los
anticipos que el hacendario hiciera al trabajador para el sostenimiento de su
familia o paga de jornal, hasta levantarse su cosecha, sería en dinero en
efectivo, en los siguientes términos:
Septiembre 15 de 1914.
Eulalio Gutiérrez, general de brigada del Ejército Constitucionalista,
gobernador y comandante militar del Estado de San Luis Potosí, en uso de las facultades
de que se halla investido, decreta lo siguiente:
LEY SOBRE SUELDOS DE
PEONES.
Art. 1°. El tipo mínimo del salario
para el trabajador en el estado de San Luis Potosí,
a contar del día 16 de los corrientes, será de $0.75 (setenta y cinco centavos)
diarios y el tiempo máximo de trabajo será de nueve horas diarias. En las minas
el salario mínima será de 1.25 (un peso veinte y cinco centavos) diarios. En
los lugares o en las negociaciones o industrias en que se hayan estado pagando
salarios mayores que el mínimo que ahora se fija no podrán disminuir aquellos.
Art. 2°. En las fincas de campo no
se le cobrará al trabajador el agua ni la leña que hubiere menester para su
gasto domestico y se le proporcionará gratuitamente casa habitación que reúna
las mejores condiciones posibles de higiene y comodidad.
Art. 3°. EI salario que devengue el
trabajador le será cubierto precisamente en moneda de circulación legal y sin
descuento alguno, semanariamente.
Art. 4°. EI comercio es libre en el
estado. Quedan prohibidas en absoluto las tiendas de raya. Las que existen en
las haciendas, empresas industriales, ranchos, etc., sólo podrán continuar como
establecimientos ordinarios, sin que se obligue a los peones a comprar en ellas
o a recibir mercancías a cuenta de pagos o jornales. Se prohíbe que los
hacendados o patrones favorezcan directa o indirectamente a algún comerciante
en perjuicio de los demás. EI dueño o encargado de todo rancho, hacienda o
empresa industrial, de acuerdo con una comisión o delegación del Ayuntamiento
respectivo, designará un sitio a propósito que se destinará a mercado, plaza de
comercio, haciendo, de común acuerdo también, la distribución equitativa de lotes
entre aquellos comerciantes que los soliciten y quienes no pagarán otros
impuestos que los determinados expresamente por las leyes. La plaza de comercio
no tendrá menos de cien metros por lado.
Art. 5°. Los trabajadores de las
fincas de campo pueden tener en ellas, sin pagar arrendamiento por concepto de
pastos, aguas, etc., aparte de los animales domésticos de cualquiera clase
necesarios para su uso personal y el de su familia, hasta cinco animales de
ganado mayor y diez de menor. Respecto del exceso pagarán cuotas, previa
autorización de la autoridad política, pagándoles entretanto la mitad de las
acostumbradas.
Art. 6°. En lo sucesivo las deudas contraídas por los
trabajadores de campo prescribirán de oficio en el término de un año,
contándose este, para cada préstamo o cargo en cuenta, desde la fecha del mismo
préstamo o cargo, aun cuando al trabajador se le lleve cuenta corriente.
Art. 7°. Queda absolutamente
prohibido poner cualquier género de trabas que de alguna manera dificulten al
obrero o trabajador que en todo tiempo pueda cambiar de residencia o
simplemente ir a otra parte en busca o aceptación de trabajo.
Art. 8°. No procede contra los
obreros y trabajadores la providencia de arraigo por asuntos civiles.
Art. 9°. No son susceptibles de embargo
los salarios. Tampoco lo es el que a los trabajadores corresponda en los
contratos a partido o de aparcería o a destajo.
Art. 10. El hacendado que diere
tierras a partido, proporcionando al trabajador los útiles de labranza
necesarios, inclusive las yuntas y semillas, cuando las tierras sean de
temporal y estén abiertas, no podrán percibir más del veinte y cinco par ciento
de la cosecha. Si las tierras fueren de riego y estuvieren abiertas y el
hacendado proporcionare los elementos necesarios para el trabajo, la parte que
le corresponderá no podrá ser mayor del cincuenta por ciento de la cosecha. En
ambos casos se entenderá que esta será recibida a la orilla de las mismas
labores y su conducción y transporte, adonde convenga a los interesados, será por
cuenta de ellos.
Art. 11 (fracción A). Los anticipos
que el hacendado haga al trabajador para el sostenimiento de su familia o pago
de jornal, hasta levantar su cosecha, serán en dinero efectivo y se devolverán
al recogerse esta, bien sea que el trabajador venda lo que le corresponde o
pague su adeudo al hacendado o que a este le convenga tomar semillas o lo que
tenga el trabajador, siempre que sea al precio de la plaza más cercana y con
deducción solamente de los fletes que reporten.
Art. 11 (fracción B). Se considera deuda de peón, redimible en las condiciones
que establece la fracción anterior, hasta la cantidad de $50.00 (cincuenta
pesos) anuales, considerando lo que exceda de esa cantidad como deuda civil
sujeta a las leyes vigentes.
Art. 12. El Gobierno establecerá en
esta ciudad una oficina que se denominara "Departamento del Trabajo"
que estará a cargo de un director con el número de empleados competentes, y la
cual conocerá de todos los asuntos relativos al trabajo. Procurará el mejoramiento
de la clase obrera y, muy especialmente, que esta ley se haga efectiva e
investigará la oferta y demanda de trabajo, a fin de que los trabajadores
puedan fácilmente encontrar trabajo y mejorar su situación. EI mismo
"Departamento del Trabajo" procurará que las empresas críen, en
relación a su capital y utilidades, fondos que tengan por objeto obras de
beneficencia en favor de sus propios trabajadores.
TRANSITORIOS.
Art. 1°. Los beneficios de esta ley
no son renunciables en ningún caso.
Art. 2º. Se concede acción popular
para la denuncia de las infracciones a la misma.
Art. 3°. Todas las quejas relativas
a sus transgresiones serán por conducto de las autoridades políticas
inmediatas, para que estas las hagan llegar a conocimiento del Ejecutivo.
Art. 4°. Es facultad del Ejecutivo
imponer las multas que a su juicio crea pertinentes a los infractores de esta
ley.
Art. 5°. Habiendo sido hasta ahora
exclusivamente bajos los salarios, deben estimarse como un complemento de ellos
los anticipos, préstamos o cargos en general, hechos a los trabajadores por los
hacendados o patrones y, por lo tanto, se declaran pagadas por los peones o
trabajadores del campo todas las cuentas que con tal motivo se hayan llevado a
que tengan saldo en su contra.
Por tanto, mando se cumpla y ejecute el presente decreto y que todas las
autoridades lo hagan cumplir y guardar y, al efecto, se imprima, publique y
circule a quienes corresponda.
Dado en el Palacio de Gobierno del Estado de San Luis Potosí, a los 15 días del
mes de septiembre de 1914.
Eulalio Gutiérrez
León Flores, Oficial Mayor.
Durante su gobierno en San Luis
Potosí incorporó a sus filas a personajes de gran trascendencia como
lo fue el destacado mexicano Jesús Silva Herzog quien al recibir la Medalla
"Eduardo Neri" en la Cámara de Diputados, el 9 de octubre de 1972,
expresa en su discurso "...me
hice de izquierda cuando me sumé a la brigada del General Eulalio Gutiérrez a
la edad de 21 años, en la Ciudad de San Luis Potosí, en el año lejano de 1914 y
he seguido siendo hombre de izquierda...".
Presidente de la república
Al tomar posesión el ciudadano Primer Jefe del Ejército Constitucionalista conforme al Plan de
Guadalupe, del cargo de Presidente Interino de la República,
convocará a una Convención que tendrá por objeto discutir y fijar la fecha en
que se verifiquen las elecciones, el programa de gobierno que deberán poner en
práctica los funcionarios que resulten electos y los demás asuntos de interés
nacional. La Convención quedará integrada por delegados del Ejército Constitucionalista nombrados en
juntas de jefes militares, a razón de un delegado por cada mil hombres de
tropa. Cada delegado a la Convención acreditará su carácter por medio de una
credencial que será visada por el Jefe de la División respectiva
Al triunfo de la Revolución constitucionalista, el 15 de agosto de 1914,
Venustiano Carranza remitió el 4 de septiembre
de 1914 al general Eulalio Gutiérrez y a todos los gobernadores y jefes con
mando de fuerzas un telegrama en el que se le convocaba a una junta que se
realizaría en la Ciudad de México a partir del 1º de octubre para establecer
los programas a los que se sujetaría el gobierno provisional de la República.
El 1º de octubre de 1914 se reunieron en la Ciudad de México, en las
instalaciones de la Cámara de Diputados, en la calle de
Donceles, los generales y gobernadores de los Estados para iniciar
los trabajos de la Junta que luego sería la Convención Revolucionaria.
A la apertura de dichos trabajos asistió el primer jefe, Venustiano Carranza, quien dio lectura a un
informe sobre la Revolución por él encabezada y, de acuerdo a Vito Alessio Robles, quien fungiera como
secretario de la Junta, al finalizar expresó el propio Carranza:
“Ustedes me confiaron el mando del Ejército,
ustedes pusieron en mis manos el Poder Ejecutivo de la Unión, estos dos
depósitos sagrados no pueden ser entregados por mí sin mengua de mi honor y sin
ruina del país, a solicitud de un grupo de jefes descarriados, dominados por un
bandido y algunos políticos ambiciosos, a quienes nada debe la Patria en la
presente lucha. Sólo puedo entregarlo y lo entrego en estos momentos, a los
jefes aquí reunidos. Espero la inmediata resolución de ustedes, manifestándoles
que desde estos momentos me retiro de la Convención para dejarlos en completa
libertad, seguro de que su decisión será inspirada en el supremo bien de la
Patria”.
De acuerdo a la crónica de Vito Alessio Robles, en su obra “La Soberana
Convención Revolucionaria” a la media noche del 31 de octubre, el General Pánfilo
Natera, en su calidad de vicepresidente de la Mesa Directiva sometió
a discusión la designación de un presidente interino de la república.
Luego de amplias discusiones que, con un receso decretado por la mañana del
día 1º de noviembre y otro más durante la noche del mismo día, a las 10:30 de
la noche se reanudaron los trabajos y se procedió a la elección de presidente
de la república. Efectuado el escrutinio resultó electo como presidente de la
república el general Eulalio Gutiérrez Ortiz con 88 votos, el general Juan C.
Cabral obtuvo 37 sufragios, el general José Isabel Robles 2 votos y el general Eduardo Hay
1 voto.
“Hecho el cómputo, resultó electo el general
Eulalio Gutiérrez por ochenta y ocho votos. El General Juan C. Cabral, por
quien votaron todos los delegados de la División del Norte, obtuvo treinta y
siete. El general José Isabel Robles, dos y el general Eduardo Hay,
uno.
Al conocerse el resultado de la votación,
todos gritaban con entusiasmo: ¡Viva el general Eulalio Gutiérrez! ¡Viva la
Convención! ¡Viva la Revolución! ¡Viva Carranza! ¡Viva Villa! ¡Viva Zapata!
¡Viva México!
El vicepresidente general Pánfilo
Natera, irguiéndose con su alta estatura y empuñando con la diestra
la histórica bandera de la Convención, hizo la declaratoria: Es
presidente provisional de la República mexicana el general Eulalio Gutiérrez,
que obtuvo la mayoría de votos.
Se escuchó una tempestad de aplausos y de
vítores. Todos estaban jubilosos y felicitaban con efusivos abrazos al general
Gutiérrez.
Eran las 11:30 de la noche. El licenciado
Soto y Gama, a nombre de la delegación suriana, declaró que el Ejército Libertador del Sur aceptaba con
toda lealtad al candidato triunfante.
Eulalio Gutiérrez, visiblemente conmovido,
ascendió al escenario. Antes de que pudiera hablar fue ruidosamente ovacionado.
Al fin, con frases entrecortadas por la emoción, expresó: Agradezco
la muestra de confianza que se me ha dispensado; y protesto aquí, en este
lugar, cumplir y hacer cumplir todas las disposiciones que emanen de esta
honorable asamblea. En los
pocos días que yo esté aquí, los señores del Sur, todos los bandos, menos los
reaccionarios, tendrán todas las garantías posibles con que deben contar todos
los hombres honrados que buscan el bien de la Patria. Espero que ustedes me ayuden, y creo que así
lo harán con todos los elementos de la Revolución y de esta asamblea.
Se repitieron las ovaciones y los vivas.
Paulino Martínez hizo un encomio de las prendas de honradez y del espíritu
revolucionario del general Gutiérrez, ofreciendo que el Ejército Libertador lo
apoyaría con todo entusiasmo. El general José Isabel Robles habló de la intensa vida
revolucionaria del general Gutiérrez y ofreció que toda la División del Norte,
como un solo hombre y con el espíritu en alto, obedecería al nuevo presidente.
A las 12 de la noche abandonaron los
delegados el Teatro Morelos, llenos de júbilo y pletóricos de optimismo. Todos
consideraban asegurada la paz y garantizado el bienestar del país. Los
carrancistas habían propugnado la candidatura del General Gutiérrez y habían
votado por él, obteniendo un gran triunfo. Los villistas y zapatistas habían
reconocido honrada y lealmente, la victoria de Gutiérrez. Entre todos reinaba
gran optimismo.
En aquella fresca noche de noviembre
brillaban esplendorosamente las estrellas. Celebrando la reciente elección se
escuchaba el imponente coro formado con los repiques a vuelo de las campanas de
todos los templos, los silbatos de las fábricas y de las locomotoras, las notas
bélicas de los clarines y tambores, que tocaban diana, y las salvas de
fusilería”.
Sobre la elección del general Eulalio Gutiérrez Ortiz, diversos
historiadores han escrito:
“Eulalio Gutiérrez es, por la manera de su
ascensión, el Presidente más limpio que ha tenido México”.
“Sacrificado Madero, me incorporé a Carranza
en Piedras
Negras y estuve con él en Sonora; después
anduve con el glorioso jefe de la División del Norte y finalmente estuve con la
Convención de Aguascalientes al lado de
aquel hidalgo caballero, modesto y noble, valiente y desinteresado, el humilde
minero de Concepción del Oro que se llamó Eulalio
Gutiérrez.”
Adrián Aguirre
Benavides
“..estaba Eulalio Gutiérrez, hombrazo del
norte que gozaba de una fama terrible porque su viejo oficio de minero le había
permitido hacerse experto en las voladuras de trenes que tanto daño habían
hecho al gobierno huertista. No conocía yo a Gutiérrez sino por su fama….nos
dimos un abrazo y quedó sellada una amistad duradera. Ni Gutiérrez ni nadie
imaginaba en aquel momento que una semana después, tras el retiro de la
candidatura de Villarreal, resultaría Presidente de la República el generalote
revolucionario, sencillo, inteligente y honesto. La
Convención eligió presidente a Eulalio Gutiérrez, tercero en discordia,
candidato de transacción que no solicitó un solo voto, pero que se aprestó a
cumplir con su deber tan pronto estuvo nombrado”.
“Había dos candidatos para desempeñar ese
alto puesto: el presidente de la Convención, general Antonio I. Villarreal, y el general
Eulalio Gutiérrez, que se había distinguido en la lucha por la libertad. La
Convención de Aguascalientes designó presidente interino al general Eulalio
Gutiérrez, inteligente, honrado. Fue uno de los primeros luchadores desde antes
que surgiera la figura de Madero. Al ser derrocado el régimen maderista,
inmediatamente se puso a las órdenes del gobernador de Coahuila para
acompañarlo en su patriótica aventura. Ahora iba a desempeñar un papel
importante en la vida nacional ”.
Miguel Alessio Robles
Eulalio Gutiérrez asumió el cargo de presidente de la República dos días
después. Su gabinete era compuesto por Lucio Blanco
en Gobernación; José Vasconcelos Calderón en Instrucción
Pública y Bellas Artes; Valentín Gama
en Fomento; Felícitos Villarreal en Hacienda; José Isabel Robles en Guerra y Marina;
Manuel
Palafox en Agricultura; Manuel Chao como Regente del Distrito Federal; Mateo Almanza como comandante
de la Guarnición de México y Pánfilo Natera como presidente del Supremo
Tribunal Militar. Un mes más tarde los líderes revolucionarios Francisco Villa
y Emiliano
Zapata tomaron la Ciudad de México. Tras verse manipulado por las
tropas de Villa decidió salir de la capital el 16 de enero
de 1915
y trasladar su gobierno a San Luis
Potosí, donde declaró a Villa y a Carranza traidores del
"espíritu revolucionario" y renunció formalmente al cargo el 2 de junio
de 1915.
Senador de la república
Fue electo senador por el estado de Coahuila en 1920 y 1924.
Reconocimientos a su trayectoria histórica
Decenas de escuelas en el país honran la memoria del General Eulalio
Gutiérrez Ortiz al llevar su nombre.
Comunidades, avenidas, calles y colonias llevan en todo México el nombre
del distinguido coahuilense.
Su nombre en Letras de Oro en el Congreso de Coahuila.
El 4 de febrero de 2006, el Gobernador del Estado de Coahuila,
Profesor Humberto Moreira Valdés, suscribió una
iniciativa de decreto por la que solicita al H. Congreso del Estado inscribir
en letras de oro el nombre del General Eulalio Gutiérrez Ortiz en el Muro de
Honor del Salón de Sesiones del Palacio del Congreso.
La iniciativa fue aprobada el voto unánime de los Diputados de todas las
fracciones parlamentarias.
En sesión solemne, llevada a cabo en el Congreso del Estado de Coahuila,
el 2 de mayo de 2006, los Titulares de los Poderes Constitucionales del Estado,
encabezados por el Gobernador, Humberto Moreira Valdés, develaron el
nombre de Eulalio Gutiérrez Ortiz, en letras de oro en el Muro de Honor del
Recinto Parlamentario.
Guardia de
honor ante la tumba del Gral. Gutiérrez en Saltillo
En la ceremonia estuvieron presentes los hijos sobrevivientes del
General: Luis, Eglantina y Eloísa Gutiérrez Treviño, así como los nietos y
bisnietos del General Gutiérrez.
Igualmente asistieron Ex Gobernadores del Estado, Alcaldes, mandos
militares, servidores públicos y alumnos de las escuelas que llevan el nombre
del homenajeado.
Previamente, el Gobernador Humberto Moreira Valdés, los Titulares de
los Poderes Legislativo y Judicial del Estado, los Alcaldes de Saltillo
y Ramos Arizpe
el Comandante de la 6ª Zona Militar, integrantes del Colegio Coahuilense de
Investigaciones Históricas, así como los hijos, nietos y bisnietos del General
Gutiérrez entre otros, montaron guardia de honor ante la tumba del homenajeado
en la ciudad de Saltillo.
Su imagen en el mural del Palacio Nacional.
Entre 1929 y 1951 al prestigiado artista Diego Rivera
le fue encomendada la realización de los murales del Palacio Nacional, en la Capital del País,
relativos a aspectos y personajes de la historia nacional.
En el patio central del Palacio, precisamente en la escalinata
monumental, se encuentra el mural denominado “La Historia de México”. Se trata
de uno de los murales más grandes y espectaculares que hay en el país, en el
que Diego Rivera
deja una extraordinaria iconografía histórica.
Su retrato en el Salón “Presidentes” del
Palacio de Gobierno de Coahuila.
El Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, inauguró en el
Palacio de Gobierno el Salón “Presidentes Coahuilenses” el 2 de mayo de 2006.
El cuadro que contiene el retrato del General Eulalio Gutiérrez fue
develado por el Gobernador del Estado, Humberto Moreira Valdés, el Presidente
Municipal de Ramos Arizpe y las hijas del General, Eglantina
y Eloísa Gutiérrez Treviño.
Monumento y
Plaza “General Eulalio Gutiérrez Ortiz”
El 10 de junio de 2008, en Santo Domingo, municipio de Ramos Arizpe,
Coahuila,
el Gobernador del Estado, Profesor Humberto Moreira Valdés, inauguró la Plaza
“General Eulalio Gutiérrez Ortiz”, en donde develó un monumento alusivo al
destacado coahuilense.
En el evento rindió homenaje al General Gutiérrez y destacó sus virtudes
como revolucionario y político, cuyo legado histórico honra a los coahuilenses.
En la ceremonia, el Gobernador del Estado de Coahuila,
acompañado del Presidente Municipal de Ramos Arizpe,
el Comisariado Ejidal de Santo Domingo y los familiares del General Gutiérrez,
develó una placa conmemorativa que establece:
"'Gral. Eulalio Gutiérrez Ortiz
(1881 – 1939)''
Como testimonio del reconocimiento de la
Gente y del Gobierno del Estado al destacado revolucionario coahuilense que,
nacido en esta tierra, fuera Presidente Municipal, Senador, Gobernador y
Presidente de la República, cuya trayectoria y patriotismo ejemplares
enorgullecen a Santo Domingo, a Coahuila y a México.
Gobernador Constitucional del Estado de Coahuila"'''
Como reconocimiento a la trayectoria histórica y patriotismo del General
Gutiérrez , inauguró en su tierra natal la carretera de acceso, las obras de
pavimentación total de la comunidad, así como acciones de carácter social e
inició los trabajos de remozamiento de la Escuela Primara “Ignacio
Zaragoza”, en donde estudiara Don Eulalio, su hermano Luis Gutiérrez Ortiz, Vicente Dávila y Francisco Coss Ramos.
Su efigie en las monedas conmemorativas del
Centenario de la Revolución.
Se trata de monedas de curso legal con un valor de 5 pesos, cada una, y
en la que se seleccionaron 37 imágenes de personalidades destacadas de ambos
movimientos con el fin de honrar su memoria.
Esta emisión especial fue aprobada por la unanimidad de los integrantes
de las Cámaras de Diputados y Senadores.
Entre las 18 figuras relativas a la Revolución se considera la efigie
del General Eulalio Gutiérrez Ortiz, como reconocimiento a su trayectoria
militar, política y su promoción y defensa de la justicia social de los
mexicanos.
Mural V de
Palacio de Gobierno de Aguascalientes. La Convención de Aguascalientes
El Palacio de Gobierno de Aguascalientes,
que durante un breve período fuera sede del Gobierno Presidencial de Eulalio
Gutiérrez, cuenta en sus muros con obras del muralista Oswaldo Barra
Cunningham, quien fuera discípulo de Diego Rivera.
En ellos se narra la historia de Aguascalientes,
destacando la Soberana Convención Revolucionaria celebrada en esa ciudad en
1914, por lo que la imagen de Eulalio Gutiérrez sobresale en las obras murales
de este Palacio.
En la fachada del Palacio de Gobierno, a un costado de la puerta
central, se puede apreciar una placa de cantera que establece:
”Del 1º al 13 de noviembre de 1914 despachó
en este lugar el Sr. General Eulalio Gutiérrez, electo Presidente de la
República por la Soberana Convención. Durante estos días este
Palacio de Gobierno fue convertido temporalmente en Palacio Nacional por los
Convencionistas de Aguascalientes.”
Roque González Garza
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Datos personales
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Nacimiento
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Fallecimiento
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Concepción
Garay
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Ocupación
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Biografía
Nació el 23 de mayo de 1885 en la ciudad de Saltillo,
Coahuila,
al norte de México, siendo sus padres don Agustín G. González y doña
Prisciliana Garza González, según lo consta su acta de nacimiento:
En la Ciudad del Saltillo, a las ocho de la
mañana del 2 de sptiembre de 1885, ante mi, Antonio L. Sánchez, Juez 2o. del
estado civil, compareció Agustín G. González, casado, comerciante, mayor de
edad, de esta vecindad y presentó vivo un niño exponiendo: que es hijo legítimo
suyo que hubo en su esposa la señora Prisciliana Garza: que nació en esta
ciudad el veinte y tres de mayo de mil ochocientos ochenta y cinco, en esta
ciudad, en la casa número dieciocho de la primera calle de Victoria, a las seis
de la tarde y le pusieron por nombre ROQUE
VICTORIANO: que sus abuelos paternos son leonardo González, finado, y
María Luisa González; y los maternos Trinidad Garza y Guadalupe González.
En su juventud relizó estudios en una primaria local y después estudió
en el Ateneo Fuente
de Saltillo. Trabajó como oficinista y luego pasó a radicar a Nuevo León.
En la Ciudad de México estudió posteriormente una carrera comercial.
Inicios revolucionarios
Su participación en política se remonta a 1908, cuando comenzó su
oposición al régimen de Porfirio Díaz. Al igual que su hermano, el lic. Federico González Garza, se hizo ferviente
partidario y colaborador de Francisco I. Madero, a quien acompañó en su gira
presidencial.
Luchó al lado de Madero en el combate a Casas Grandes,
de acuerdo con el Plan de San Luis, con la misma entereza que éste. En dicha
acción expuso su vida por salvar a Madero, quien había sido herido en el
antebrazo; también fue comisionado para ir a buscar a Francisco Villa, quien
había sentido un gran afecto por él.
Estuvo también en la batalla de Ciudad Juárez,
que significó el triunfo del maderismo, y como capitán ayudante de Madero cruzó
la línea de fuego y se desempeñó como parlamentario ante el general federal
Juan J. Navarro, quien era jefe de la guarnición de la plaza.
Adhesión a Francisco Villa
Después de la decena trágica, González Garza se unió a la
División del Norte, comandada por Francisco
Villa en contra del gobierno golpista de Victoriano
Huerta, donde González Garza se convirtió en el hombre de confianza
del Centauro del Norte.
Después de la toma de Zacatecas, cuando surgieron los desacuerdos entre
Carranza, Villa y Zapata, fungió como uno de los secretarios diligentes, que
con representantes de la División del Norte y las fuerzas de Pablo González
Garza llegaron a conclusiones y acuerdos que Carranza no aceptó y que obligaron
a Villa a desconocer a éste como jefe de la Revolución.
Convención de Aguascalientes
Participó en la Convención de Aguascalientes como
representante de Francisco Villa y fue encargado de presidir las sesiones de la
asamblea. Participó en la formulación del programa mínimo de principios que fue
la raíz sobre la cual la Convención lanzó su manifiesto a la nación del 13 de
noviembre de 1914.
Presidente convencionista
Como encargado del poder ejecutivo, González Garza siempre buscó la
reconciliación de las facciones revolucionarias. Dejó la presidencia de la
república, entre otras cosas, por las objeciones que hizo en su contra el
zapatista Manuel Palafox, por lo que entregó el mando al
licenciado Francisco Lagos Cházaro, el 11 de julio de
ese mismo año.
Después de la presidencia y vida posterior
Tras su renuncia volvió a incorporarse a las tropas de Francisco Villa,
incorporándose a las fuerzas de los generales Rodolfo Fierro y Canuto Reyes,
hasta que las derrotas de los villistas lo obligaron a exiliarse en los Estados
Unidos.
Escribió, junto con P. Ramos Romero y J. Pérez Rul, La batalla de Torreón. Apuntes para la
Historia, en 1914, cuyo prólogo estuvo a cargo del poeta peruano
radicado en México José Santos Chocano.
Grados militares
Capitán primero, bajo las órdenes de Francisco I. Madero (1911).
Mayor en las fuerzas de Pascual Orozco (1911).
Teniente coronel a las órdenes de Venustiano Carranza (1913).
Coronel en la División del Norte del Ejército Constitucionalista (1914).
General Brigadier y general de brigada después de la Convención de
Aguascalientes, al mando del general Villa (1914).
Roque González Garza
(derecha)
Roque González Garza
en 1915
Francisco Lagos Cházaro
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Datos personales
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Nacimiento
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Fallecimiento
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Ocupación
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Al ocurrir el rompimiento de los líderes revolucionarios, Lagos Cházaro
se unió al villismo en la ciudad de Chihuahua,
donde fundó y dirigió el periódico Vida
Nueva. En la Convención de Aguascalientes fue
secretario del general Roque González Garza, quien le entregó el
poder de la Presidencia de la República, luego de que éste renunciara al cargo.
Recibió la presidencia el 10 de junio
de 1915,
pero no pudiendo sostenerse en la capital, dado el distanciamiento que se
produjo entre los principales jefes revolucionarios y por acuerdo de la
Convención de Aguascalientes, trasladó su gobierno a la ciudad de Toluca, capital
del Estado de México. La situación se hizo más
aguda cada día, y Lagos Cházaro salió del país por Manzanillo, Colima,
radicando en Centroamérica. De regreso a México, falleció en
la capital el 13 de noviembre de 1932.
Adolfo de la Huerta
Adolfo de
la Huerta
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Nacional
Antirreleccionista
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Clara
Oriol
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Antecedentes
Los De la Huerta
Su abuelo, Torcuato de la Huerta, fue un español procedente de Guadix (Granada) que vino a radicar al estado de Sonora, donde
conoció y contrajo matrimonio con Josefa Armenta Castro, nacida en El Fuerte,
Sinaloa.
Torcuato y Josefa vivieron por un tiempo en territorio yaqui y se relacionaron
con los miembros de esta etnia. De esta unión nació, el 12 de julio de 1833,
Torcuato de la Huerta Armenta.
Los Marcor
Sus bisabuelos fueron el español Bonifacio Basozábal y la sonorense
Balvaneda Luján Fontes, quienes procrearon a una niña a la que llamó Carmen,
nacida en la villa de San Fernando de Guaymas en 1827.
Carmen Basozábal Luján contrajo matrimonio en 1845 con Juan Marcor Fayé
(quien nació en Burdeos, Francia en 1810 y falleció en Guaymas en 1900). De
esta unión nacieron trece hijos: Carmen, Elisa, Juan, Polina, Luisa, Abraham,
Adrián, Alfredo, Alberto, Emilio, Liberato, Torcuato y Gertrudis Marcor
Basozábal.
Primeros años, estudios y vida revolucionaria
El joven
Adolfo de la Huerta
Felipe Adolfo de la Huerta Marcor nació en Guaymas,
Sonora,
el 26 de mayo
de 1881.
Fue hijo de Torcuato de la Huerta Armenta y Carmen Marcor Basozábal. Cursó sus
estudios primarios en el Colegio Sonora de Hermosillo. En 1896 se trasladó a la ciudad de México para ingresar a la Escuela Nacional Preparatoria, donde
estudió contabilidad
y canto hasta 1900.
Ese año, su padre falleció y tuvo que regresar a Guaymas.
La tienda “El Cosmopolita”, que era atendida por su padre y José Lino Iberri,
se fue a la bancarrota. Entonces, el joven Adolfo se vio en la necesidad de
buscar empleo. En noviembre de 1906 ingresó a trabajar como tenedor de libros
(contador) en la sucursal en Guaymas del Banco Nacional de México y luego como
gerente de la Hacienda-Tenería de San Germán.
En 1906 se incorporó al Partido Liberal Mexicano y apoyó económicamente
la publicación del periódico Regeneración.
Asiduo participante, ya fuera como músico y cantante en las fiestas y
tertulias, en 1908 se destacaba como miembro de la Sociedad "Amor al
Arte". Por esas fechas, participó en grupos políticos antirreeleccionistas
de Guaymas
que eran encabezados por José María Maytorena. En 1909 se afilió al Club
Antireeleccionista de su localidad, donde fungió como secretario. A la caída de
Porfirio Díaz,
fue elegido diputado local y colaboró en la pacificación de los yaquis. Al
suscitarse la Decena Trágica, formó parte del grupo que
acompañó a Madero del castillo de Chapultepec al Palacio Nacional. Fue diputado por Guaymas
al congreso local de Sonora, enlace entre las fuerzas armadas de su estado natal y Venustiano Carranza y mediador de la tribu yaqui. En septiembre
de 1913,
Carranza lo nombró oficial mayor de la Secretaría de Gobernación, y en agosto
de 1915,
titular de la misma, cargo que desempeñó hasta abril de 1916.
Gobernador de Sonora
En mayo de 1916 De la Huerta fue nombrado gobernador provisional del
estado de Sonora
por Carranza. Entregó el poder en junio de 1917. Durante su breve
administración, Adolfo dio fin a diversos conflictos con las empresas mineras,
ferroviarias y agrícolas de capital extranjero. En su primer informe de
gobierno presentó su programa que incluía: mejoramiento de puertos y vías de
comunicación, promulgó leyes y decretos en favor de la agricultura, las
relaciones laborales y la recaudación fiscal; creó escuelas rurales; edificó un
instituto de educación superior e instauró una política para promover el empleo
de la población local. Además, en 1916 organizó un contingente militar para detener el avance
por territorio mexicano de la expedición punitiva bajo el mando del general John J.
Pershing, enviada por el gobierno estadounidense en persecución de Francisco
Villa después de que éste atacó Columbus, Nuevo México.
Puestos
El mismo año de 1916,
a solicitud del presidente Carranza, De la Huerta regresó a la Oficialía Mayor
de Gobernación y fue electo senador por Sonora en el
período de 1918
a 1922.
A los pocos meses se separó del Senado para ocupar el Consulado General de México
en Nueva York.
Desde este puesto colaboró con el embajador en Washington,
el ingeniero Ignacio Bonillas, y atendió los problemas de
carácter internacional creados con motivo de la Primera Guerra Mundial. Dejó el cargo para
figurar como candidato a gobernador constitucional del estado de Sonora por el
Partido Revolucionario Sonorense para el periodo de 1919 a 1923. Ocupó la gubernatura
el 1° de septiembre del mismo año.
Plan de Agua Prieta
Tras el apoyo de Carranza brindado a la candidatura del ingeniero Ignacio
Bonillas para que le sucediera en el cargo, De la Huerta se
distanció de él y en 1920
se unió al Plan de Agua Prieta, que era apoyado por los
generales prominentes de Sonora (Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles) y de otros estados.
El Plan desconocía al gobierno central y nombraba a De la Huerta jefe supremo
del Ejército Liberal Constitucionalista. El plan triunfó, Carranza renunció y
se ocultó en la sierra de Tlaxcalantongo, Puebla, donde
fue asesinado el 21 de mayo de 1920.
Presidente de México
Política interna
Adolfo de la Huerta fue presidente provisional desde el 1 de junio
hasta el 30 de noviembre de 1920, y durante esos seis
meses se propuso reorganizar el gobierno, lograr la paz interna y convocar a
elecciones generales para renovar el poder ejecutivo y legislativo. De la Huerta
adoptó una actitud conciliadora hacia los grupos disidentes y reconoció la
fuerza militar de quienes lo apoyaron. La formación de su gabinete fue muestra
de esa intención, ya que estuvo integrada por algunos representantes de grupos
revolucionarios.
Gabinete
Al asumir el poder, Adolfo de la Huerta se propuso como tareas
fundamentales reorganizar el gobierno, lograr la paz interna y convocar a
elecciones generales para renovar los poderes ejecutivo y legislativo. Su
actitud conciliadora hacia los grupos disidentes y hacia la fuerza militar que
le apoyó lo llevó a formar un gabinete integrado por algunos representantes de
grupos revolucionarios. Plutarco Elías Calles en Guerra y Marina, Antonio de la Mora como
secretario de Defensa, Salvador Alvarado en Hacienda, Jacinto B. Treviño en Industria, Comercio y
Trabajo, Antonio I. Villarreal en Agricultura y
Fomento y Pascual Ortiz Rubio en Comunicaciones y Obras
Públicas.
Pacificación
La pacificación del país significó la eliminación de los jefes militares
partidarios de Carranza, sobre todo los más destacados como Pablo González, Cándido
Aguilar y Manuel M. Diéguez (que fueron relevados de su
mando y exiliados) y la incorporación de sus tropas al ejército federal
controlado ahora por sonorenses. El siguiente paso fue buscar la reconciliación
de zapatistas y villistas. En cuanto a los primeros, se les incorporó al
ejército federal en calidad de División del Sur. En tanto a los segundos, se
logró poner una solución negociada que consistía en que las unidades villistas
fueran disueltas a cambio de que el gobierno otorgara un reparto de tierras a
los soldados veteranos. A Pancho Villa se le ofreció una hacienda en Chihuahua
donde tendría la oportunidad de incorporarse a la vida civil como
terrateniente. Tras varias negociaciones, Villa aceptó, y el 28 de julio
firmó el acta de rendición; un mes después se estableció en la Hacienda de
Canutillo.
Elección presidencial
Después de que entregó el mando de sus tropas y quedó licenciado del
ejército, Álvaro Obregón reanudó su campaña electoral interrumpida
por la lucha contra Carranza, y aunque el Partido Nacional Republicano postuló
al ingeniero Alfredo Robles Domínguez como candidato a
la presidencia, la victoria obregonista era inminente porque tenía a su favor
una enorme red de apoyos compuesta por numerosas organizaciones estatales.
Rebelión de la huertista
Adolfo de la Huerta le entregó tranquilamente el poder a su sucesor, Álvaro Obregón. De la Huerta figuró en el
gabinete obregonista como secretario de Hacienda. Entabló negociaciones con el
Comité Internacional de Banqueros en Nueva York
y logró reanudar el servicio de la deuda pública exterior. Como consecuencia de
sus esfuerzos, en 1922
se firmaron los tratados De la Huerta-Lamont que reducían las responsabilidades
contraídas en materia de deuda externa. De la Huerta tuvo fricciones con el
presidente Obregón a raíz de la firma del Tratado de Bucareli en 1923, pues consideraba
que los Tratados atentaban contra la soberanía de México. Renunció a su cargo
en el gabinete y aceptó su candidatura presidencial por el Partido Nacional
Cooperatista para contender contra el general Calles. Se trasladó a Veracruz
desde donde lanzó un manifiesto que desató la rebelión delahuertista. El
movimiento se debilitó y De la Huerta partió a Estados
Unidos.
Exilio, años posteriores y muerte
En el exilio, Adolfo y su esposa Clara pasaron estrecheces económicas
muy fuertes. Por esa razón el matrimonio De la Huerta, abrió una escuela de
canto cercana a Hollywood. Adquirió fama y renombre, y su situación económica
mejoró mucho, lo cual permitió a De la Huerta darle a su familia una vida
digna. Tras haber estado 11 años en el exilio, en 1935, Adolfo y su familia
volvieron a pisar tierras mexicanas durante el sexenio de Lázaro Cárdenas del Río. Posteriormente,
ocupó puestos públicos en los gobiernos de Manuel Ávila Camacho y de Miguel Alemán Valdés.
Álvaro Obregón
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Quedó huérfano y más tarde se convirtió en agricultor.
Contrajo matrimonio
en 1906
con María del Refugio Urrea, de quien tuvo dos hijos, Humberto y María del
Refugio. Sin embargo, su esposa falleció en 1907, mientras alumbraba
gemelos que también murieron en el parto (su tercero). Para fines de 1909, la efervescencia
política del país lo llevó a enrolarse en las fuerzas de Francisco I. Madero que combatían al general Porfirio Díaz,
Presidente de México desde 1877. Tras la caída de
Díaz y el aparente triunfo revolucionario, Obregón se retiró a la vida privada,
pero regresó en 1913
para apoyar a Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila
en su lucha contra Victoriano Huerta, que derrocó a Madero. Fue
jefe de la división del Ejército Constitucionalista y como tal
derrotó a los federales en muchas batallas. Al producirse la ruptura entre el
grupo de Emiliano Zapata y Francisco
Villa con Carranza, a raíz de la Convención de Aguascalientes, Obregón se
mantuvo leal a Carranza y fue el encargado de perseguir a Villa en el norte del
país. Lo derrotó en la Batalla de Celaya, donde una bomba le arrancó
el brazo
derecho, dejándole manco. Una vez que lograron su triunfo, marchó escoltando a
Carranza a Querétaro donde se redactó la Constitución
de 1917. Fue nombrado Ministro de Guerra y Marina, pero renunció el 30 de abril
de ese mismo año. Se retiró a su hacienda a practicar la agricultura
y a preparar su campaña presidencial. Encabezó en 1920 la Rebelión de Agua Prieta
contra Carranza, que pretendía imponer a Ignacio
Bonillas como su sucesor. Triunfó, y tras el interinato de Adolfo de la Huerta fue elegido presidente.
Logró el reconocimiento de Estados Unidos de América en 1923 por el Tratado de Bucareli. A fin de su gobierno se
desató la Rebelión delahuertista porque pretendía
imponer a Plutarco Elías Calles como su sucesor. En 1928, en plena Guerra
Cristera, se presentó de nuevo como candidato a la presidencia tras
una reforma constitucional realizada el año anterior. Fue elegido nuevamente,
pero en medio de gran crisis política e incertidumbre. Fue asesinado por el
cristero José de León Toral, el 17 de julio,
en el restaurante "La
Bombilla", de la Ciudad de México.
Vida prerevolucionaria
Álvaro Obregón Salido nació el 17 de febrero
de 1880
en Siquisiva, Sonora.
Hijo del matrimonio alamense conformado por don Francisco Obregón Gámez y de
doña Cenobia Salido Palomares. Ese mismo año quedó huérfano de padre, por lo
que su madre debió ausentarse del hogar familiar encargando la crianza del niño
Álvaro a sus hijas mayores: Cenobia, María y Rosa. Después entró a la escuela
local, de la que su hermano José era el director. Ahí aprendió las primeras
letras y estudió matemáticas, historia
y geografía.
Pronto incursionó en la poesía, carpintería, música
y comercio.
Más tarde, hacia fines de 1898, Obregón decidió revivir la antigua prosperidad de su
hacienda y comenzó labores de agricultor, pero la situación económica agravada
por la crisis, sus rudimentarias herramientas, el clima y su escaso capital
mermaron las tierras y lo obligaron a regresar a Huatabampo
en 1906.
Sin embargo, en sus intentos fracasados de convertirse en agricultor, logró
conseguir ahorros que le permitieron comprar la "Quinta Chilla". Ese mismo año, conoció a Refugio
Urrea con quien tuvo dos hijos, Humberto y María del Refugio, además, tuvo dos
hijos más que murieron junto con su esposa en 1907 durante el parto. De
nuevo, como hizo su madre con él, Álvaro los encargó a sus hermanas mayores,
quienes los criaron.
La situación por la que el país atravesaba era de inestabilidad
política. Porfirio Díaz, quien llevaba más de treinta
años en el poder, vio que su gobierno comenzaba a derrumbarse debido a las
múltiples manifestaciones de rechazo, como la de los obreros de Río Blanco y Cananea.
Francisco I. Madero, político coahuilense,
comenzó una campaña electoral destinada a derrotar a Díaz en las elecciones de 1910. Sin embargo, poco
antes de la jornada electoral, Madero fue aprehendido en Monterrey
y el 10 de julio,
Díaz logró su séptima reelección. Madero logró escapar de la cárcel y huyó a Estados
Unidos, donde el 5 de octubre, publicó el Plan de San
Luis, llamando a la revolución armada el 20 de
noviembre para echar a Díaz del poder. Ese día, tal como estaba
estipulado en el plan, estalló la revuelta que acabó por hacer renunciar a Díaz
el 25 de mayo
de 1911.
Obregón, ante la guerra civil desatada en el país, decidió mantener una
situación de indiferencia a pesar de que sentía simpatía hacía el gobierno de
Porfirio Díaz.
Inicios en la política
Tras caer el gobierno de Díaz, y llegar los ímpetus revolucionarios a Sonora, José
Obregón fue nombrado alcalde interino de Huatabampo, en junio de 1911. Una vez que se
publicó la convocatoria para elecciones de alcalde constitucional, Álvaro
Obregón resolvió presentarse como candidato. Durante el mandato de su hermano,
Obregón desempeñó funciones administrativas que le permitieron rozarse con un
gran número de gente y comenzó así su carrera política. Además, contaba con el
apoyo de los jefes de la tribu yaqui, con quienes Obregón siempre mantuvo una relación de
cordialidad y fueron clave en su desarrollo político. Se dice que se alió con "Chito", el gobernador
yaqui que movilizó a muchos de sus indios a votar por Obregón en las elecciones
de septiembre.4
Pese al apoyo de los yaquis, la elección fue reñida y Obregón fue electo
alcalde por un estrecho margen de votos, lo que ocasionó las protestas e
impugnaciones de sus rivales. No obstante, entró en funciones a partir del mes
de noviembre.
José María Maytorena, gobernador de Sonora
y partidario de Madero, comenzó la campaña de reclutamiento de soldados para
combatir a Pascual Orozco, que se levantó en armas contra
el gobierno maderista. Obregón, que se había mostrado con indiferencia en el
movimiento de 1910, esta vez decidió pelear para defender al gobierno, organizó
una brigada de soldados, se unió a Benjamín Hill (su pariente) y salió a
luchar contra Orozco. En abril de 1912 quedó conformado el 4° Batallón de Infantería, con 60
hombres de caballería y 52 de infantería,
sumando en total 112 hombres. A diferencia de la gran mayoría de cuerpos
revolucionarios, Obregón pagaba personalmente a sus soldados, por lo cual se
evitaba la leva, muchas veces pagando incluso de su propio dinero, pero más
tarde el gobierno estatal se hizo cargo de los haberes.
Orozco había sido perseguido por las fuerzas federales de Victoriano
Huerta y se internó en el territorio estatal. Sanguinés, su jefe
militar, ordenó a Obregón detener a contingentes orozquistas que pretendían
atacar Guaymas.
A pesar de la superioridad numérica del enemigo, Obregón supo atacar a las
fuerzas rebeldes y detenerlas, causando así serias bajas al ejército sublevado.
Regresó al cuartel general de Sanguinés cargado de armas y pertrechos, con lo
que ganó ascensos en el escalafón militar. Tras este triunfo, marchó a Hermosillo
y Agua Prieta,
donde logró detener una vez más a Orozco, que pretendía apoderarse de la
frontera. En Agua Prieta conoció a quien sería uno de sus más allegados
colaboradores, Plutarco Elías Calles. Cuando Orozco fue
derrotado, Obregón decidió renunciar al mando de las tropas federales y regresó
a su hacienda de Huatabampo, en septiembre de 1912.
El movimiento contra Huerta
En el norte del país, principalmente, las reacciones no se hicieron
esperar. José María Maytorena, gobernador de
Sonora, pidió licencia al Congreso estatal para ausentarse indefinidamente e ir
a combatir al gobierno de Huerta, aunque en realidad ese sólo fue el pretexto y
de acuerdo con el libro de Obregón "8,000 kilómetros en campaña"
Maytorena huyó hacia los Estados Unidos tomando previamente dinero de las arcas
estatales en concepto de indemnización adelantada por sueldos de 6 meses para
él y su grupo de gente con la que huyó y en su lugar fue nombrado como interino
Ignacio L. Pesqueira, quien también desconoció al gobierno federal. El 26 de marzo,
el gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, proclamó el Plan de
Guadalupe, oficializando así la lucha contra Huerta. Pesqueira,
conocido de Obregón, lo nombró jefe militar de Hermosillo,
debido a que fue su subordinado en la campaña contra Orozco. Tras un desfile
organizado para marchar sobre los huertistas, Obregón salió al combate.
El mismo día de la proclamación del Plan de Guadalupe (8 de marzo),
cayó en manos de las fuerzas constitucionalistas la ciudad y puerto de Veracruz,
estratégica para el comercio federal. Después, el objetivo principal de hermosillo
era Cananea,
importante ciudad minera. Para esta empresa necesitaba el apoyo de Salvador
Alvarado, quien acababa de pactar con los yaquis y le proporcionó
las fuerzas militares necesarias para el ataque. Sin embargo, Carranza nombró a
Obregón jefe militar de Sonora, pero Alvarado se negó a reconocerlo, y en
cambio, pactó con el general Moreno, comandante de Cananea, y éste acordó
entregarle la plaza. Pesqueira ordenó a Obregón hacer caso omiso del pacto y
atacar Cananea, lo que hizo con éxito. Para finales de marzo, la mayoría de las
ciudades importantes del Estado de Sonora, cayeron en manos del Ejército Constitucionalista.
Victoriano
Huerta.
En abril,
el siguiente paso de la guerra era tomar Naco,
pero las rencillas entre los jefes y constitucionalistas y las maniobras de
defensa emprendidas por Pedro Ojeda, retrasaron alrededor de quince días la
toma de la ciudad. Obregón ideó que un vagón de ferrocarril
pasara e hiciera estallar las trincheras federales. Pero este plan fracasó
logrando que muchos de los soldados se pusieran en contra de Obregón e incluso
intentarán fusilarlo. Un grupo de su escolta le defendió, salvándole así la
vida. Finalmente, el 12 de abril por la noche, tras una encarnizada
batalla, Álvaro Obregón tomó Naco.
Guaymas había vuelto a caer en manos del gobierno federal de Huerta, por
lo que la siguiente campaña de Obregón estuvo encaminada a recuperar tal
ciudad. Los jefes federales de Guaymas eran Medina Barrón y Gil, quienes
ordenaron tres buques
para la defensa de la ciudad. En la campaña, Obregón enfrentó a los federales
en dos ocasiones. El primer encuentro bélico fue en mayo de 1913, en la población de Santa Rosa, cuando los
federales intentaron emboscar a Obregón alentados por la llegada de sus
refuerzos. Obregón pudo derrotarlos haciéndoles salir de su refugio, y al
triunfar fue condecorado como brigadier por Carranza. Durante junio en la localidad de Santa María se dio el
segundo encuentro, con una nueva victoria para Álvaro Obregón, que le permitió
entrar directamente a Guaymas, donde el enfrentamiento fue más difícil de lo
planeado, ya que sufrió numerosas bajas. Entonces tomó la decisión de dejar
sitiado el puerto para impedir el avance federal y a la vez tomar otras
poblaciones.
Sinaloa
en septiembre de 1913,
fue el marco del primer encuentro entre Carranza y Obregón, en que el primero
depositó el mando militar en el sonorense, nombrándole en el acto comandante
militar de los estados de Sonora, Sinaloa, Durango, Chihuahua y Baja
California. Tras ocupar Culiacán,
fue el artífice de la toma de Topolobampo, en que ayudó a los generales
Rivero e Iturbide. En esta batalla se usó por primera vez un avión
en las acciones bélicas, siendo México pionero en este tipo de ataques en el
mundo. Obregón aprovechó esta visita para arreglar sus negocios y tratar temas
de su hacienda.
Victoriano Huerta se sabía perdido y decidió renunciar, abandonando el
país en el acto. Francisco Carvajal, presidente interino de la
república, intentó pactar con Obregón, quien de inmediato movilizó sus tropas a
la Ciudad de México, a la que entró el 14 de agosto
de 1914,
junto con dieciocho mil soldados. El 20 de agosto,
Carranza llegó a la ciudad y condecoró a Obregón, quien aprovechó su estadía en
la capital para visitar la tumba de Francisco I. Madero, por quien el general
sonorense sentía admiración, al mismo tiempo que se dedicaría a la tarea de
"castigar" a la ciudad por la muerte del Apóstol de la Democracia.
La lucha constitucionalista
Carranza pretendía organizar una junta de todos los jefes
revolucionarios a fin de decidir el futuro político de la nación. Por ello,
ordenó a Obregón viajar al estado de Chihuahua
para entrevistarse con Francisco Villa, y ellos dos pudieran convencer
a otros líderes locales de la importancia de la junta. En su primer viaje,
visitaron al gobernador sonorense Maytorena, quien acusó a Obregón de traición.
Éste, en cambio, le pidió al gobernador comprobar sus acusaciones ante Villa,
pero en el acto se vio intimidado y prefirió retractarse. Obregón comisionó a
Maytorena como jefe de las tropas estatales, bajo la condición de reconocerle
como suprema autoridad militar, puesto que de no hacerlo sería destituido. Para
asegurarse de ello, ordenó a Benjamín Hill permanecer en el territorio
de Sonora.
Para su segundo encuentro con Villa, Maytorena ya lo había convencido de
las inconveniencias que resultarían de mantener a Carranza en el mando
político, por lo que planearon un golpe contra el Primer Jefe (como se le
conocía a Carranza). Por lo tanto, la actitud de Villa hacia Obregón se tornó
de cierta forma hostil, y entonces Villa ordenó a Hill retirarse del estado, lo
que Obregón rechazó. Villa se enfureció y estuvo a punto de fusilar a Obregón,
pero la intervención de Eugenio Aguirre Benavides le salvó la vida.
Villa decidió no asistir a la junta convocada por Carranza y
desconocerle como jefe revolucionario. Obregón logró escapar y Villa ordenó que
se le aprehendiera nuevamente; pero Obregón fue apoyado por los generales José Isabel Robles y Eugenio Aguirre Benavides, gracias a lo
cual llegó con vida a la Ciudad de México. Obregón ofreció nuevamente a
Carranza intentar pactar con Villa y sus tropas para la realización de la
convención revolucionaria. Se acordó que se realizara en un lugar neutral para
ambas fuerzas, y la elegida fue Aguascalientes,
donde las sesiones se iniciaron el mes de octubre.
Obregón pretendió debilitar al villismo robándole a sus principales
asesores y consejeros. Pero los trabajos convencionarios fracasaron y Eulalio Gutiérrez fue declarado presidente
provisional en sustitución de Carranza. A partir de enero de 1915 comenzó la guerra de
la Convención de Aguascalientes. Carranza estableció un gobierno en Veracruz,
por lo que los villistas decidieron cortar las vías de ferrocarril
de Puebla
hacia Veracruz, para lo cual comisionaron a fuerzas
zapatistas, que pronto fueron detenidas por Pablo González. En el noroeste, Felipe
Ángeles había logrado diezmar a los villistas y pronto pudo llamar a
Obregón para que lo combatiera. En Chihuahua
se dieron los primeros conflictos militares entre ambos ejércitos.
En la Batalla de Celaya, a principios de abril de 1915, fue el segundo
encuentro entre ambos generales. En principio, Villa lanzó oleadas de bombas que por momentos hacían retroceder al
enemigo. Pero Obregón pudo remontar la ventaja y poco a poco venció a Villa en
su segundo enfrentamiento, la noche del 6 de abril.
Obregón escribió a Carranza confiado de la seguridad de su victoria,
pero Villa aprovechó para presentar batalla nuevamente el 13 de abril,
donde fue derrotado en cuestión de pocas horas. Se retiró al Bajío, y escribió desde ahí una misiva pidiendo
a Obregón no perseguir a sus soldados, pues estaban hambrientos y no podrían
defenderse.6
Después de ello, ambos ejércitos tuvieron enfrentamientos pequeños en la zona
abajeña.
La mañana del 3 de julio, Obregón salió con algunos miembros
de su escolta a recorrer el patio principal de una hacienda en Santa Ana del Conde, Guanajuato,
de la que habían recibido reportes de ataques villistas. De pronto, una guardia
de soldados al servicio de Francisco Villa salió y atacó con granadas
al conjunto de hombres de Obregón, quien fue herido por uno de los proyectiles,
perdiendo en el acto su brazo derecho. Al ver que lograron su cometido, los
villistas regresaron a su campamento. Obregón, como relató años después a Vicente Blasco Ibáñez, sintió profundo
dolor psicológico por la pérdida de su brazo e intentó suicidarse disparándose
a la sien con una pistola,
que estaba descargada. Pocas horas más tarde recobró el sentido y fue informado
de la toma de León, por parte de las fuerzas de Villa. A los
pocos días decidió salir de Celaya y pronto tomó Saltillo,
Aguascalientes
y Torreón.
Al llegar a Sonora expulsó a los villistas del territorio estatal e instauró
pactos de paz con el ejército yaqui.
En marzo
de 1916,
fue nombrado Ministro de
Guerra y Marina en el gabinete de Carranza establecido en Querétaro.
Desde este cargo participó en la redacción de la Constitución
de 1917, principalmente en los aspectos militares. Como ministro,
fundó la Escuela Nacional para Pilotos, la Academia del Estado Mayor y la
Escuela de Medicina Militar. Tras establecer el nuevo gobierno en la Ciudad de
México, el 5 de febrero de 1917, Obregón siguió en su
puesto, pero renunció el 30 de abril, esperando retirarse a la vida
privada como agricultor.
El Plan de Agua Prieta
Para principios de 1919, Carranza tomó como tarea principal la de pacificar al
país. Su primer objetivo fue el caudillo agrario Emiliano
Zapata, quien murió asesinado en la Hacienda de Chinameca, el 10 de abril
de ese año, por órdenes de Pablo González y Jesús
Guajardo. Obregón protestó por el asesinato de Zapata, pero Carranza
adivinaba desde entonces sus aspiraciones presidenciales por lo que se dio a la
tarea de desmembrar cuanto antes a los grupos obregonistas de la Cámara de
Diputados, en la XXVIII Legislatura.
El 1 de junio,
Obregón lanzó oficialmente su candidatura en la Quinta Chilla. En su primer
discurso oficial, habló de la necesidad de un gobierno encabezado por hombres
de corrientes liberales. Como afirmó a Plutarco Elías Calles, realmente no
tenía competencia. Pablo González, su único rival, había pactado con Obregón.
Pero Carranza lanzó la candidatura del embajador mexicano en Washington,
Ignacio
Bonillas, poco conocido en México y pronto fue apodado "Flor de Té". Carranza
deseaba una sociedad gobernada por civiles y por eso lanzó a Bonillas como
candidato.
Aunque su campaña política había comenzado desde el otoño
de 1919,
fue hasta enero
de 1920
cuando inició su gira política. No tenía aún un partido con el cual pudiera ser
representado en las elecciones, pero en marzo, el presidente del Partido Liberal Constitucionalista,
Luis N.
Morones, le ofreció enarbolar el estandarte de su organización,
Obregón aceptó. En mayo
fue llamado a juicio en la Ciudad de México, ya que el general Roberto
Cejudo fue acusado de conspirar y delató a Obregón. En la primera
sesión del juicio, el 11 de abril, Obregón fue acusado de traición al
gobierno y de conspirar en contra de Carranza. Juan Barragán,
jefe del Estado Mayor de Carranza y amigo personal de Obregón le sugirió
escapar antes de que fuera aprehendido. Por esos días fue removido como
gobernador de Sonora, Adolfo de la Huerta, otro amigo de Obregón, en
quien aumentaron las sospechas de una conspiración en su contra para evitar que
fuera candidato.
Al aceptar que figurara mi nombre como candidato a la Presidencia de la
República, en manifiesto lanzado a la Nación desde la villa de Nogales, Sonora,
el lº de junio de 1919, lo hice con la certeza de que la lucha política se
desarrollaría con absoluto apego a la ley, y que el actual Primer Mandatario de
la Nación, que acaudilló la sangrienta revolución de 1913, continuación de la
que iniciara en 1910 el Apóstol de la Democracia, don Francisco I. Madero, que
tuvo por principio básico la libertad del sufragio, velaría porque en la lucha
política las autoridades todos del país observaran la más estricta neutralidad
para que el pueblo todo de la República, pudiera, de la manera más libre y
espontánea, elegir a sus mandatarios.
Carranza se vio solo en la guerra civil que se había desatado a raíz del
Plan de Agua Prieta, por lo que decidió seguir adelante con sus tropas hasta
Veracruz, tal como lo hizo en 1914. La mayor parte de su gabinete, a excepción de Luis Cabrera y Manuel Aguirre Berlanga, renunció. En el
intento de llegar a Puebla, fue atacado por las tropas de Jesús
Guajardo, lo que obligó a la comitiva carrancista a internarse en la
sierra poblana, donde Rodolfo Herrero les ofreció ayuda. El 21 de mayo,
Herrero, que en realidad era un soldado aguaprietista, asesinó a Carranza por
órdenes de Plutarco Elías Calles, uno de los
principales jefes de la Revolución de Agua Prieta.
El Congreso nombró a Adolfo de la Huerta como presidente interino de la
república. Durante los seis meses que estuvo en el cargo (1 de junio
al 30 de noviembre de 1920) logró la
pacificación del país, hacer que Villa depusiera las armas y aprehender a Félix Díaz,
quien se encontraba levantado desde 1914. Así, el 5 de
septiembre, Obregón fue elegido presidente.
Presidencia
Álvaro Obregón se convirtió en presidente constitucional de México a la
medianoche del 1 de diciembre de 1920. Durante su mandato
intentó concluir el proceso de pacificación nacional que inició Adolfo de la
Huerta, y comenzó la repartición de tierras a los campesinos del Estado de México y Morelos,
como parte de su proyecto de reforma social.
José Vasconcelos era un intelectual
mexicano que fue Ministro de Instrucción Pública en el gobierno de Roque González Garza, presidente
convencionista. Al triunfar Carranza en la guerra civil, se exilió en Idaho, pero volvió en 1920 para dirigir la Universidad Nacional.
Obregón decidió restituir el antiguo Ministerio de Instrucción Pública, que fue
suprimido por Carranza en 1918, y esta nueva institución renació con el nombre de Secretaría de Educación Pública,
dirigida por Vasconcelos y creada en 1921. Desde esta plaza Vasconcelos efectuó su plan de
fundación de escuelas rurales, formación de nuevos maestros y edición de
clásicos de la literatura, como la Divina
Comedia y otras obras de autores como Platón.
Además, Vasconcelos impulsó las escuelas de artes y oficios
donde se enseñaban estas disciplinas a los jóvenes y en ocasiones también a los
adultos. Promocionó a los artistas plásticos y les otorgó espacios para
realizar sus obras, como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.
En la política, Obregón intentó mantener el control y equilibrio de las
fuerzas políticas imperantes en el país, principalmente del ejército. Por ello, concedió la amnistía a Francisco
Villa y Saturnino Cedillo, y a cambio de rendirse y
colaborar en la estabilidad del país les otorgó tierras, producto del reparto
agrario. Otra de las preocupaciones del gobierno obregonista fue obtener el
reconocimiento de los Estados Unidos, ya que en caso de una nueva revuelta
armada en su contra, Obregón debería usar el apoyo de Estados Unidos, que
consiguió a inicios de 1923,
con el Tratado de Bucareli. Sin embargo tuvo que hacer
ciertas concesiones con EE.UU, sobre todo en materia agraria y del petróleo, ya
que la política nacionalista del artículo 27 constitucional afectaba los
intereses de las compañías extranjeras en México.
Adolfo de la Huerta, convencido por algunos de
sus partidarios, lanzó su candidatura a la presidencia de la República para el
período 1924-1928 contando con el apoyo
del Partido Liberal. Pero Obregón apoyaba a Calles, lo que provocó la rebelión
denominada delahuertista, que dio inicio a fines de 1923. Todos los personajes
en el escenario político que podían dar batalla a Obregón habían muerto, como Lucio Blanco
y Villa, el primero en 1922
y Villa en 1923.
Los delahuertistas fueron derrotados y su líder salió expatriado a Panamá
en 1924,
mismo año en que Calles fue electo presidente.
Al entrar Calles a la presidencia, Obregón se retiró a las labores del
campo. Aprovechó los créditos otorgados por el Banco Agrícola para desarrollar
sus plantaciones, y así cosechó garbanzo, trigo y algodón. Inició un negocio de combustible para autos, una
novedad en el país, por lo que solía frecuentar las principales ciudades de
Estados Unidos, como Chicago y Los Ángeles.
Mantuvo entrevistas con miembros del gobierno callista, y varias veces visitó
al mismo presidente en la capital.
Reelección y muerte
General
Álvaro Obregón
Durante el mandato de Calles, los conflictos religiosos creados por la
aplicación radical de algunos artículos constitucionales, produjo que el
episcopado mexicano, apoyado por el papa Pío XI
ordenara el cierre de los templos católicos del país, ocasionando que la
feligresía católica
del país, se lanzara a las armas exigiendo la renuncia de Calles y la
derogación de la Carta Magna de 1917.
Es en este contexto que Álvaro Obregón, retirado de la vida política, en
la cual seguía teniendo gran peso, decide lanzar su candidatura a la
reelección. Calles había intentado desmembrar al ejército y a las
organizaciones campesinas, con lo que la figura de Obregón cobró aún más
fuerza. Morones, nuevamente, le ofreció la postulación presidencial, la que
Obregón aceptó. Sin embargo, poco antes de llegar a México, fue objeto de un
intento de asesinato por un grupo de indígenas Yaqui.
La constitución mexicana sufrió una reforma para permitir la reelección
en enero de 1927,
con lo que Obregón ganaba partido para su candidatura, principalmente en el
terreno de los agraristas. Pero la creciente oposición de la clase militar
comenzó a ser representada por los generales Arnulfo R. Gómez y Francisco R. Serrano, ambos candidatos a
la presidencia. Serrano era amigo personal de Obregón y peleó junto a él en las
guerras contra Villa, y por influencia del sonorense llegó a la jefatura del Distrito
Federal. Gómez era el más activo de ambos candidatos, y planeó junto
a Serrano detener y ejecutar a Obregón, Calles y Joaquín Amaro, secretario de Guerra. El 3 de octubre,
día del cumpleaños de Serrano, se planeaba que los tres militares fueran
aprehendidos, pero el General de División Eugenio Martínez, demostrando siempre su
rectitud y compromiso con el gobierno de México legalmente establecido,
denunció a éste y a sus seguidores ante las fuerzas federales, que, comandadas
por el general Claudio Fox, detuvieron a Serrano y a sus
partidarios en Cuernavaca, la mañana del 4 de octubre.
Esa noche, fueron sacados de la ciudad con el pretexto de llevarlos a
encarcelar a Querétaro, pero al llegar a Huitzilac
fueron ejecutados. Gómez, mientras tanto, intentó armar una revuelta en Veracruz,
pero cansado y debilitado fue aprehendido y fusilado el 4 de
noviembre. Tras estos intentos de guerra civil, Obregón viajó a la
capital, donde al ir a una corrida de toros fue atacado con una bomba,
lanzada por militantes cristeros. Más tarde se descubrió un complot para
asesinar al caudillo.
Entre la clase política se había difundido el rumor de un posible
asesinato de Obregón, pero el presidente electo hizo caso omiso de las
advertencias. La mañana del 17 de julio salió a comer invitado por los
diputados del estado de Guanajuato, en el restaurante "La Bombilla", ubicado en San Ángel. León Toral acudió al lugar tras
varios días de espiar a Obregón, y se hizo pasar por un dibujante. Hizo un
dibujo a varios diputados, y finalmente llegó a Obregón, a quien también
retrató. Cuando todos los comensales se descuidaron, Toral sacó su pistola
y lanzó seis disparos a Álvaro Obregón, quien cayó muerto al instante. El
asesino fue rápidamente detenido y algunos policías intentaron matarle, pero el
diputado Ricardo Topete le salvó arguyendo su importancia para esclarecer el
crimen.
Teoría de conspiración
Recientemente el historiador mexicano Rius Facius redescubrió el
testimonio de la revisión del cadáver de Obregón realizada por un médico donde
consta que el cuerpo presentaba orificios de bala de diferentes calibres, lo
que hace suponer que se utilizó más de un arma para asesinar a Obregón, con lo
que se fortalece la tesis de que si bien José de León Toral indudablemente
disparo en contra del manco de Celaya, no fue el único.
Obregón tenía muchos enemigos políticos, por lo que el atentado les dio
la oportunidad de eliminarlo y echarle toda la culpa a Toral, aunque
participaron más personas. Su muerte permitió a Calles consolidar su poder,
extendiendo su dominio por 3 periodos presidenciales más en lo que se llamo el
[Maximato]
Hay testimonios de personas que dijeron haber escuchado varios tiros
después que disparó Toral, pero no sabían si efectivamente lo fueron o eran
sonidos de la orquesta que siguió tocando por unos instantes la canción
"El Limoncito"
Plutarco Elías Calles
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Predecesor
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Sucesor
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1933 – 1934
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Predecesor
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Sucesor
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1931 – 1932
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Predecesor
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Sucesor
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1929 – 1929
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Predecesor
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Sucesor
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1920 – 1923
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Predecesor
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Sucesor
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Gilberto
Valenzuela
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Predecesor
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Sucesor
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1919 – 1920
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Predecesor
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León
Salinas
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Sucesor
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León
Salinas
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1918 – 1919
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Predecesor
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Cesáreo G.
Soriano
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Sucesor
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1917 – 1918
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Predecesor
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Sucesor
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Cesáreo G.
Soriano
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1915 – 1916
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Predecesor
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Sucesor
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Datos personales
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Nacimiento
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Fallecimiento
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Hijo de un burócrata. Su madre murió cuando tenía tres años y quedó bajo
la tutela de sus tíos maternos en Hermosillo.
Favorito de Obregón, en 1924 es elegido presidente de la República. Durante su
gobierno creó el Banco de México, ordenó la construcción de
carreteras, creó la primera línea aérea, fundó los bancos Ejidal y Agrícola,
restauró la Escuela de Agronomía de Chapingo y fundó
la Escuela Médico-Veterinaria, construyó presas, sistemas de riego y numerosas
escuelas rurales. Durante su mandato también se inicia la llamada Guerra
Cristera debido, entre otras cosas, al artículo 27 de la Constitución y porque la
iglesia debía registrarse para poder ser oficial y pagar cuota al gobierno.
Calles hizo cumplir dichas medidas por medio de la fuerza, lo que agravó el
conflicto, que terminaría hasta 1929.
Álvaro Obregón se reeligió como presidente de México y, durante la
celebración de su triunfo, fue asesinado en 1928. Es importante
destacar que, en un contexto que era propicio para que Calles extendiera su
mandato, él optó por iniciar lo que llamó en su último informe de Gobierno,
"la etapa de las instituciones" (de la Revolución mexicana). Gracias a ello, se
procedió conforme a lo dispuesto por la Constitución por lo que el Congreso de
la Unión designó presidente interino a Emilio Portes
Gil, quien convocó a nuevas elecciones para 1929.
El mensaje ante el Congreso no dejaba de ser, sin embargo, una paradoja
en sí mismo, pues si bien Calles hablaba de la necesidad de dejar de ser un
país de caudillos para convertirnos en un país de instituciones, él mismo se
convirtió en un caudillo arquetípico.
El 4 de marzo de 1929,
Calles y varios militares y caudillos de la revolución Mexicana, fundan el Partido Nacional Revolucionario
(PNR) antecesor del PRI. Este partido nació
como una federación de partidos políticos regionales, grupos políticos
diversos, generales y caudillos sobrevivientes de la lucha armada.
El primer candidato presidencial del PNR fue Pascual Ortiz Rubio, quien resultó elegido
presidente en 1929.
Desde entonces hasta su expulsión del país en 1936, Plutarco Elías
Calles jugó un papel clave en la política de México. Entonces se le conoció
como el Jefe Máximo de la Revolución y como el Maximato
(1928-1934). En 1932, Pascual Ortiz Rubio renuncia a la presidencia,
después de no soportar la injerencia de Calles en su gobierno. En su lugar es
nombrado presidente interino el general Abelardo L. Rodríguez, que se ocupa de los
asuntos administrativos, y Calles de la política nacional. En esta época se
modifica el artículo 3 de la Constitución para la
enseñanza de la educación socialista.
En 1934
Calles postula como candidato a la presidencia al general Lázaro Cárdenas, con el llamado Plan
Sexenal. Cárdenas es elegido y Calles le impone gente de su confianza en el
gabinete presidencial. La madrugada del 10 de abril de 1936, Cárdenas, acompañado
por un cuerpo militar, saca a Calles de su casa (en pijama), y lo lleva hasta
un avión del Ejército Mexicano que lo llevará a California.
De esta manera Cárdenas expulsa del país a Calles y pide la renuncia de todos
los callistas en su gobierno. Plutarco Elías Calles fija su residencia en San Diego, California
y regresa a México hasta que el presidente Manuel Ávila Camacho, al final de su
mandato, le permite de nuevo residir en el país adonde regresa gravemente
enfermo. Murió el 19 de octubre de 1945 en la Ciudad de México.
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